La cirugía ginecológica y obstétrica son una opción altamente segura, disponible para el tratamiento de múltiples patologías, que permiten a la mujer mejorar su condición y restablecer su vida normal de forma rápida.
Dependiendo de la necesidad particular de cada paciente y la gravedad de la patología, estas pueden ser llevadas a cabo por laparoscopia o cirugía abierta, siempre con las técnicas más innovadoras y actualizadas, para brindarle a todas las pacientes una menor estadía intrahospitalaria, una recuperación rápida, disminuyendo las complicaciones post quirúrgicas.
Patologías que ameritan resolución quirúrgica: (algunas realizadas de forma ambulatoria):
• Bartolinitis
• Pólipos cervicales
• Miomas uterinos
• Histerectomía (laparoscopica o vaginal)
• Quistes ováricos
• Endometriosis
• Esterilización tubarica (ligadura de trompas)
• Incontinencia urinaria
• Esterilidad
Antes de una cirugía ginecológica:
Dependiendo del tipo de cirugía y patología a tratar ameritaras una preparación específica, la cual te será informada días previos a la intervención.
• Análisis sanguíneos: será necesario conocer tu tipo de sangre, valores de hemoglobina, recuento plaquetario y de leucocitos, además se te pueden solicitar tiempos de coagulación, perfil hepático, renal y serología de enfermedades de transmisión sexual.
• Evaluación por anestesiología: quienes evaluaran tu estado general y te guaran por un interrogatorio y en base a tus patologías previas seleccionaran la anestesia que mejor se adapte a ti.
• Estudios de imágenes: en ocasiones se solicita ecografía, tomografía simple o con contraste previa a la cirugía.
“El éxito de una cirugía no depende solo de la técnica quirúrgica, la preparación previa, el seguimiento estricto de las recomendaciones medicas posteriores a la cirugía, son cruciales en la recuperación de la paciente”.